Isabel García, CEO de Bleta, experta en tecnología inclusiva: esto es lo que se debería tener en cuenta para cumplir con la nueva ley de accesibilidad

La nueva normativa obliga desde el pasado 28 de junio a garantizar que todos los productos y servicios digitales sean accesibles. Empresas y administraciones públicas se enfrentan a un nuevo estándar que redefine cómo se diseña para todos

Desde el pasado sábado 28 de junio, todas las compañías en España están legalmente obligadas a garantizar que sus webs, aplicaciones, plataformas y productos digitales sean accesibles para cualquier persona, incluidas personas con discapacidad, mayores y usuarios con baja competencia tecnológica.

Las empresas deberán asegurar textos claros, alto contraste visual, compatibilidad con lectores de pantalla y ofrecer atención al cliente accesible. Además, se exige formación interna y la documentación detallada de todo el proceso. No cumplir con la nueva Ley de Accesibilidad Digital puede derivar en sanciones de hasta un millón de euros y dañar seriamente la reputación de la marca. Aunque se contemplan excepciones en casos de «carga desproporcionada», expertos coinciden en que la norma es también una oportunidad para reforzar el compromiso social y ampliar el público potencial.

Isabel García, CEO de Bleta, una startup española con la inclusión digital en su ADN, conoce de primera mano el impacto de la exclusión: «La accesibilidad no es una opción, es una necesidad», subraya. Para García, esta nueva normativa supone «un punto de inflexión» que obligará a las empresas a replantear el diseño de sus productos desde la empatía y la funcionalidad real.

En Bleta, sus aplicaciones pasan por pruebas constantes con usuarios reales, validando que cada detalle, desde el tamaño de los botones hasta la estructura de los menús, tenga sentido para quien las usa. No se trata solo de cumplir un estándar técnico, sino de evitar frustración y miedo en quienes ya se sienten desplazados por lo digital.

La ley, alineada con las directivas europeas, impone estándares claros: navegación intuitiva, contraste adecuado, compatibilidad con lectores de pantalla y un diseño verdaderamente inclusivo.

La brecha que aún duele
Según el Informe Sociedad Digital en España 2023 de Fundación Telefónica, menos del 50 % de los mayores de 65 años utilizan aplicaciones móviles de forma autónoma. Muchos experimentan ansiedad, estrés o sensación de incompetencia cuando interactúan con plataformas digitales mal diseñadas. «Diseñar mal es excluir. Y se lleva años haciéndolo sin darnos cuenta», advierte García. «Pensamos que accesible es sinónimo de feo o limitado, pero es lo contrario: integrar estética, funcionalidad y empatía es un reto de buen diseño».

Una mentalidad que va más allá de la multa
Aunque la normativa llega con sanciones importantes, García insiste en que el cambio debe ser más profundo: «Esto no va solo de evitar multas. Va de entender que la accesibilidad mejora la vida de las personas y también la calidad del producto».

Desde Bleta lo tienen claro: el cumplimiento legal es solo el primer paso. «La tecnología que excluye ya no tiene cabida. Hay que diseñar para todos, desde el principio. Y eso no solo es justo: es más inteligente», concluye.

Resumen de privacidad
Logo Noticias Emprendedores

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Cookies de terceros

Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.

Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.